Proyecto de Reparcelación Urbanística: Cómo Segregar Tu Parcela 

Si estás considerando dividir un terreno o simplemente te has topado con el término «reparcelación» y tienes curiosidad por saber más, este artículo es para ti. La reparcelación es un proceso clave en el desarrollo urbano y en la optimización del uso del suelo.

Pol Femenias

Arquitecto Viva


23 de mayo de 2024

¿Tienes un terreno y deseas adaptarlo a nuevos proyectos, resolver asuntos hereditarios o simplemente mejorar su aprovechamiento? La reparcelación puede ser tu solución. Te explicamos los conceptos básicos y cómo este proceso puede transformar tus terrenos de manera eficaz.

Puntos clave:

  • ¿Qué es la reparcelación? Es el proceso de redistribuir terrenos en una zona determinada para crear nuevas parcelas que se ajusten a las normativas y requerimientos del planeamiento urbanístico. Se lleva a cabo para desarrollar nuevos proyectos urbanos o para subdividir una finca existente en parcelas más pequeñas.
  • Para qué sirve: Tiene diversas utilidades, desde optimizar el uso del suelo y adaptarse a nuevos proyectos hasta incrementar el valor de la propiedad, resolver herencias y cumplir con regulaciones urbanísticas.
  • Diferencia entre Parcelación y Reparcelación: La primera consiste en dividir un terreno en parcelas más pequeñas desde cero, mientras que la segunda implica reorganizar parcelas ya existentes para adecuarse a un plan urbanístico específico.
  • Pasos a seguir: Requiere la recopilación de datos, el diseño y obtención de licencias, los registros legales y finalmente, la ejecución del proyecto.
  • Documentos necesarios: Es fundamental contar con la inscripción inicial de la finca en el Registro de la Propiedad y el Catastro, así como la redacción de una escritura de segregación, entre otros documentos, para llevar a cabo la reparcelación con éxito.

¿Qué es la reparcelación?

Empecemos por lo básico. Si estás leyendo esto, es probable que tengas un terreno y estés pensando en dividirlo o has escuchado el término «reparcelación» y te ha picado la curiosidad.

La reparcelación consiste en redistribuir los terrenos de una determinada zona, generalmente con el fin de crear nuevas parcelas que cumplan con los requerimientos y normativas establecidos por el planeamiento urbanístico.

Este proceso suele llevarse a cabo cuando se quiere desarrollar un nuevo plan urbanístico, ya sea para la construcción de viviendas, infraestructuras o zonas verdes, o, como puede ser tu caso, cuando se quiere subdividir un terreno existente en parcelas más pequeñas.

En la segregación se establecen nuevas dimensiones y características para las parcelas existentes, así como se pueden unir o dividir terrenos para adecuarse a las nuevas necesidades de la ordenación.

La reparcelación también implica la redistribución de las cargas y beneficios entre los propietarios de los terrenos involucrados. Esto significa que los propietarios pueden recibir compensaciones económicas o terrenos de mayor valor en función de la nueva distribución de las parcelas.

Ahora, no confundamos con la acción que realiza la administración en el planeamiento de una ciudad. Aquí estamos hablando de una segregación «privada», donde un propietario decide dividir su terreno en otros más pequeños por razones personales o de negocio. Es como si tuvieras una gran pizza y decidieras repartirla en porciones más pequeñas para que todos en la fiesta tengan su pedazo. Pero, en vez de pizza, estamos hablando de terrenos.

¡Y voilà! Ahí lo tienes, un proceso que, aunque pueda parecer complicado, es en realidad bastante sencillo de entender.

¿Para qué sirve reparcelar?

¡Buena pregunta! Hay tantas razones para hacerla como sabores de helado. Algunos lo hacen por razones económicas, otros por adaptarse a nuevos proyectos o simplemente por el gusto de redistribuir y optimizar su espacio. Vamos a explorar algunas:

Optimizar el uso del suelo:

Puede que inicialmente hayas comprado un terreno grande con un propósito en mente, pero con el tiempo, ese propósito cambia. La segregación permite adaptar el terreno a tus nuevas necesidades, logrando un mejor aprovechamiento del espacio.

Adaptarse a nuevos proyectos:

Imagina que en un inicio tenías un solar grande para construir tu casa. Pero, los tiempos cambian, y ahora ves una oportunidad de oro en construir varias casas más pequeñas o incluso un pequeño complejo de apartamentos. Reparcelar te permite hacer ese cambio y adaptar tu terreno a ese nuevo proyecto visionario.

Incrementar el valor de la propiedad:

A veces, dividir un terreno en parcelas más pequeñas puede aumentar su valor en el mercado. Pensemos en un barrio en auge donde las pequeñas parcelas con casas individuales están en alta demanda. ¡Kaching! Eso suena a una excelente oportunidad de negocio.

Cumplir con regulaciones:

En ocasiones, las leyes y regulaciones municipales pueden requerir que se realice una segregación para adaptarse a nuevas normativas urbanísticas o para garantizar que las divisiones de terreno cumplan con ciertos estándares.

Resolver una herencia:

Si has heredado un terreno junto con tus hermanos y cada uno tiene una idea diferente de qué hacer con él, la reparcelación puede ser una forma pacífica y justa de darle a cada uno su parte y evitar discusiones familiares.

Diferencia entre Parcelación y Reparcelación

Llegados a este punto, muchos podrían estar preguntándose: «¿No es todo lo mismo?» Bueno, agárrate del asiento, porque vamos a sumergirnos en este mar de términos que, aunque puedan parecer primos hermanos, tienen personalidades bastante diferentes.

Parcelación: Imagina que tienes un enorme lienzo en blanco y decides dividirlo en diferentes secciones para pintar distintas escenas. Esa nueva división sería la parcelación, es decir, dividir una gran extensión de terreno en parcelas más pequeñas. Como si tomaras una pizza entera y la cortaras en porciones para compartir con amigos.

Reparcelación: Ahora, piensa que después de haber cortado esa pizza, decides que las porciones no son lo suficientemente justas y decides rehacer los cortes. La reparcelación es, en esencia, una reorganización. Toma parcelas ya existentes y las redistribuye para adecuarlas a un proyecto o plan urbanístico. Es como un juego de tetris donde intentas acomodar todas las piezas para que encajen perfectamente.

Dicho de otro modo: la parcelación se refiere a la subdivisión de un terreno grande en parcelas más pequeñas, comúnmente realizado cuando se planifica el desarrollo de nuevas áreas residenciales o comerciales. Por otro lado, la reparcelación implica la reorganización de parcelas existentes para adaptarse a un nuevo plan urbanístico. Un ejemplo práctico de reparcelación podría ser la reorganización de un antiguo polígono industrial en desuso para crear un moderno complejo de viviendas y parques.

Un par de puntos clave para entender estos conceptos:

  • Objetivos diferentes: Mientras la parcelación busca simplemente dividir, la reparcelación busca adaptar o corregir divisiones previas para que se ajusten a un plan específico.
  • Origen distinto: La parcelación parte generalmente de terrenos más grandes o fincas sin dividir. Por otro lado, la reparcelación trabaja con parcelas ya existentes, reconfigurándolas.
  • Enfoque legal: La segregación tiene un trasfondo legal más complejo porque, en muchos casos, involucra a varios propietarios y alinea los terrenos a un proyecto urbanístico, lo que requiere acuerdos, cesiones y, en ocasiones, compensaciones.

💡 El proceso de reparcelación urbanística se divide en varias fases administrativas que involucran a diferentes actores. Inicialmente, la administración urbanística local debe aprobar un proyecto de reparcelación, el cual debe estar en consonancia con el plan urbanístico vigente. Posteriormente, se realiza una audiencia pública donde los propietarios de los terrenos afectados pueden presentar sus observaciones. Finalmente, se emite una resolución administrativa que puede ser objeto de recursos y apelaciones. Este enfoque colaborativo y transparente garantiza que todos los interesados tengan voz en el desarrollo y ejecución del proyecto.

Pasos a seguir para segregar una parcela

El proceso puede parecer abrumador al principio, pero se puede superar con éxito si acudes a tu arquitecto de confianza. Él te guiará por 4 sencillas fases:

1️⃣ Primera fase: Recopilación de datos 📌

  • Datos de la parcela matriz: Escrituras ( beneficios y cargas ) y datos del Catastro ( información pública ).
  • Calificación urbanística: Detalles del Plan General de Ordenación Urbana: edificabilidad, dimensión mínima, etc…
  • Otros datos: Titulares, calles adyacentes, motivo de segregación y más.

2️⃣ Segunda fase: Diseño y licencias 📐

  • Comprobación previa: Realizar un levantamiento topográfico.
  • Redacción del Informe Técnico para Segregación:
    • 📃 Memoria descriptiva: Datos del titular, lindes, superficies y más.
    • 🗺️ Planos: Emplazamiento, zona general, solares resultantes, etc.
    • 📄 Anexos: Certificado georreferencial, ficha catastral, fotos y otros.
  • Solicitud en el Ayuntamiento: Licencia de Segregación de Parcela.

3️⃣ Tercera fase: Formalidades legales 🖋️

4️⃣ Cuarta fase: Ejecución 🚜

  • Llevar a cabo la segregación aprobada.

No subestimes la importancia de los estudios de viabilidad económica y social. Estos estudios permiten evaluar no solo la rentabilidad del proyecto, sino también su impacto en la comunidad y el entorno urbano. Analizar estos factores ayuda a asegurar que la reparcelación no solo sea técnica y legalmente viable, sino también beneficiosa para los residentes actuales y futuros. La planificación debe contemplar mejoras en infraestructuras y servicios, así como posibles efectos sobre el valor de las propiedades y la cohesión social de la zona.

Documentos que forman un Proyecto de Reparcelación

Como te he dicho antes, el proceso puede parecer complicado, pero tu técnico de cabecera tiene por la mano los documentos para hacer el trámite mucho más llevadero. Para que tengas una idea, un Proyecto de Reparcelación debe contener estos documentos:

  • Planos topográficos: Son documentos gráficos que representan la información física del terreno, como la ubicación de las parcelas existentes, las características del relieve, las líneas de servicio y las vías de acceso.
  • Plano de situación: Es un plano a escala que muestra la ubicación del terreno a segregar en relación con su entorno, como las carreteras principales, el parcelario, las áreas urbanas y los espacios públicos cercanos.
  • Memoria descriptiva: Es un documento que describe detalladamente el proyecto de segregación, incluyendo la justificación de la necesidad de la misma, obras de urbanización, afectados por una actuación urbanística, las características técnicas y urbanísticas de las nuevas parcelas, las normativas aplicables y las implicaciones económicas.
  • Estudio de impacto ambiental: En algunos casos, puede ser necesario realizar un estudio de impacto ambiental para evaluar los posibles efectos ambientales de la reparcelación y proponer acciones de mitigación.
  • Plan de gestión: Este documento establece las normas y procedimientos para la ejecución del proyecto de segregación, incluyendo la forma en que se llevará a cabo la redistribución de las parcelas, los plazos a seguir y la participación de los propietarios.
  • Licencias y permisos: Puede ser necesario obtener diferentes licencias y permisos administrativos para llevar a cabo el proyecto de reparcelación, como licencias de obras, permisos de ocupación del suelo o autorizaciones de servicios públicos.

💡 Tip: Puede que te apabulle un poco tanta documentación, pero para eso tienes a tu arquitecto de confianza. Los arquitectos estamos acostumbrados a resolver estos trámites, así que no dudes a delegar en él. Te ahorrarás tiempo y dolores de cabeza 🙂

¿Qué es la edificabilidad?

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Diferencias entre segregar una parcela y dividir una parcela

Uno de los puntos que a menudo genera confusión es la diferencia entre «segregar» y «dividir» una parcela. Aunque pueden parecer sinónimos, no lo son. Vamos a desglosar estos términos:

Segregar una parcela se refiere a la acción de tomar una parcela matriz y dividirla en partes más pequeñas. Sin embargo, el terreno original, aunque reducido, sigue existiendo y manteniendo su identidad en el registro. A esta porción reducida se le conoce como «parcela primitiva» o «parcela resto«.

En contraste, dividir una parcela implica descomponer la parcela matriz en varias partes, de modo que la finca original deja de existir y da paso a nuevas entidades registradas.

Es esencial mencionar que, al segregar, las parcelas resultantes deben cumplir con ciertos criterios legales para ser consideradas independientes. Por ejemplo, cada una debe ser edificable y, en ambas parcelas, debería ser posible y legal construir.

Segregación de una finca: documentos necesarios

En la complejidad del ámbito inmobiliario, es crucial que los propietarios comprendan los requisitos y pasos administrativos y legales necesarios para la segregación de una finca. Veamos a continuación los puntos clave:

✔ Inscripción Inicial: Antes de siquiera considerar una segregación, es imperativo que la finca original esté debidamente inscrita tanto en el Registro de la Propiedad como en la Dirección General del Catastro.

✔ Escritura de segregación: Una vez decidido proceder con la segregación, es necesario generar una escritura de segregación o parcelación. Esta será redactada por un notario basándose en la licencia municipal otorgada para tal fin. En ella, se indicará con precisión desde qué punto se realizará la segregación, parcelas iniciales, cómo quedará la nueva parcela y cuál será la situación de la parcela original, ahora conocida como finca resto.

✔ Solicitud por parte del propietario: Es vital comprender que sólo el dueño de la finca puede solicitar la escritura de segregación, pues es un acto de dominio estricto. Tras la escritura, es deber del notario enviar una copia autorizada al ayuntamiento correspondiente.

En cuanto a documentación, para llevar a cabo una segregación es indispensable presentar:

1️⃣ Todos los documentos que sean registrables o susceptibles de inscribirse en el Registro de la Propiedad.
2️⃣ Títulos traslativos de dominio o derechos reales impuestos sobre los inmuebles.
3️⃣ Registros de hipotecas, derechos de uso y usufructo.
4️⃣ Actos y contratos adjudicando inmuebles o derechos reales.
5️⃣ Contratos de arrendamiento de bienes inmuebles con duración superior a 6 años.
6️⃣ Resoluciones legales declarando incapacidad, justificando ausencia, fallecimiento u otras condiciones que modifiquen la capacidad para disponer de los bienes.
7️⃣ Títulos de adquisición pertenecientes al Estado, iglesia o corporaciones civiles.
8️⃣ Referencia catastral.
9️⃣ Cargas económicas relacionadas al inmueble.
🔟 Un acto expreso de autorización administrativa.

La segregación, aunque puede parecer un proceso administrativo simple, requiere de una meticulosa atención al detalle y una completa comprensión de los aspectos legales involucrados.

Cesión y derechos en la reparcelación

Cuando nos adentramos en la jungla de la segregación, surgen conceptos que pueden sonar a chino, pero son vitales para entender el proceso. Un par de ellos son la cesión y los derechos. Vamos a distinguirlos:

Cesión: La cesión es, en esencia, el acto de ceder una parte del terreno, generalmente al municipio, como compensación por la posibilidad de dividirlo y desarrollarlo. Es como el peaje que pagas por viajar en una autopista. Ésta puede ser en forma de terreno o a veces incluso en metálico.

  • Por qué es importante: Imagina que te lanzas a repartir tu pastel de cumpleaños. Si no apartas una porción para ese primo goloso (léase, el municipio), puede que se arme un revuelo en la fiesta. Garantiza que todos obtengan una parte justa.

Derechos: Aquí entramos en un terreno más pantanoso. Los derechos hacen referencia a lo que te corresponde por tu parcela original en relación con las nuevas parcelas que se crean.

  • Derechos reales: Son los que te garantizan una parte proporcional del terreno resultante.
  • Derechos de edificación: No solo importa el terreno, sino también lo que puedes construir en él, su edificabilidad. Estos derechos determinan qué y cuánto puedes edificar en las nuevas parcelas.
  • Respecto a las cesiones: Es esencial entender que, a pesar de la cesión, no estás renunciando a tus derechos. Aunque lo tengas que compartir por un tiempo, sigue siendo tuyo.

Tipos de reparcelaciones

Clasificación según su tipología:

  • Urbana: Redistribución en áreas urbanas para mejorar estructura urbana. Implica reorganización de parcelas, creación de vías, etc.
  • Rural: Reorganización en áreas rurales para eficiencia agrícola o ganadera. Implica agrupación y redistribución de parcelas.
  • Segregación catastral: Ajuste de parcelas a su realidad física y legal. Se realiza cuando hay discrepancias en datos catastrales.
  • Por iniciativa pública: Impulsada por la administración pública para mejorar áreas o infraestructuras.
  • Por iniciativa privada: Impulsada por propietarios para mejor aprovechamiento de terrenos.

Clasificación según su naturaleza:

  • Reparcelación por expropiación forzosa: Impuesta por la administración, como una ley o plan urbanístico. Obligatoria para propietarios.
  • Reparcelación voluntaria: Depende de la decisión de propietarios. Es un acuerdo para mejorar la utilización sin imposición administrativa

En Resumen

La reparcelación es una herramienta valiosa para quienes desean optimizar el uso de sus terrenos, adaptarlos a nuevos proyectos o resolver asuntos familiares de manera justa y pacífica. Es un proceso que requiere de un enfoque legal y técnico adecuado, por lo que es crucial contar con un arquitecto con experiencia que guíe y asesore durante todo el trámite.

En Viva contamos con profesionales especializados en reparcelación y urbanismo. Confía en nosotros para llevar a cabo este proceso de manera eficiente y exitosa, y descubre cómo podemos transformar tu terreno en una oportunidad de negocio o en el espacio ideal para tu nueva casa.

¿Qué es un Proyecto de Reparcelación Urbanística?

Un Proyecto de Reparcelación Urbanística es un procedimiento administrativo que tiene como objetivo la redistribución de terrenos y la reorganización de las parcelas dentro de un área determinada.

¿Cuándo es necesario segregar una finca?

Se debe segregar una finca cuando se quiere dividir una parcela en dos o más terrenos independientes.

¿Cuáles son los metros mínimos para segregar una finca rústica?

Los metros mínimos para segregar dependen de la normativa urbanística de cada lugar, por lo que es recomendable consultar la legislación local. Según la normativa vigente en Cataluña, por ejemplo, no existe una medida mínima establecida para una segregación rústica. Sin embargo, en la práctica, se requiere que la parcela resultante de la segregación sea lo suficientemente grande como para que pueda considerarse como una unidad independiente y viable. Esta decisión suele ser tomada por los ayuntamientos, que evalúan diversos factores como la utilidad agrícola, la accesibilidad, entre otros, para determinar si una segregación es posible y cuál sería el tamaño mínimo adecuado en cada caso.

¿Cuáles son los metros mínimos para segregar una finca urbana?

Los metros mínimos para segregarla dependen de la normativa urbanística de cada lugar, por lo que es necesario consultar la legislación local. Por ejemplo, en Cataluña, no hay un requisito específico sobre los metros mínimos para segregar una finca urbana. La normativa vigente establece que la segregación debe cumplir con las normas urbanísticas y edificatorias municipales, así como con la normativa autonómica y estatal en materia de urbanismo. Por lo tanto, los requisitos y limitaciones pueden variar dependiendo del municipio y de las características específicas del terreno. Por lo tanto, se recomienda consultar con el ayuntamiento correspondiente y revisar las normativas locales para obtener información precisa sobre los metros mínimos requeridos en ese municipio en particular.

¿Cómo se puede segregar una finca urbana por herencia?

Para segregarla, es necesario realizar los trámites legales correspondientes y obtener la aprobación de las autoridades competentes en materia de urbanismo. Los siguientes son los trámites legales necesarios: Copia del testamento, Copia del certificado de defunción, Certificado de últimas voluntades, Escritura de aceptación y partición de herencia, Pago de impuesto de sucesiones y donaciones, Inscripción en el registro de la propiedad.

¿Se puede vender una finca sin segregar?

Sí, se puede vender, pero es importante tener en cuenta que el comprador deberá asumir la responsabilidad de realizar la segregación en el futuro si así lo desea.

¿Se puede segregar una parcela en suelo urbano no consolidado?

La posibilidad de segregar una parcela en suelo urbano no consolidado dependerá de la normativa urbanística vigente en cada lugar, por lo que es necesario consultar la legislación local.

¿Se puede segregar una finca indivisa?

Sí, se puede segregar, pero es necesario cumplir con los requisitos legales y obtener la aprobación de las autoridades competentes en materia de urbanismo.

¿Qué es la reparcelación inversa?

La reparcelación inversa es un procedimiento mediante el cual se redistribuyen los terrenos y se reorganizan las parcelas en el sentido contrario al de una reparcelación convencional.

¿Qué es una licencia de segregación?

Una licencia de segregación es el permiso otorgado por las autoridades competentes en materia de urbanismo para llevar a cabo la segregación de una finca y dividirla en terrenos independientes.

¿Quién paga los gastos de segregación?

Los gastos de segregación suelen ser asumidos por el propietario que realiza la segregación, pero esto puede variar dependiendo de los acuerdos entre las partes involucradas y la legislación local.