Casa Mariela
Un oasis cerámico en medio de la ciudad
UBICACIÓN Granollers
SUPERFÍCIE 158 m2
PRESUPUESTO 147.300€
CASA ADOSADA
Hace unos años, vino a vernos una familia con un proyecto en mente. Acababan de recibir en herencia una casa antigua en el centro de Granollers. La vivienda estaba en malas condiciones, inhabitada durante años y comida por las goteras. Pero su situación era un lujo, cerca de su trabajo y a un paseo del colegio de los niños.
Ahora estaban de alquiler en las afueras, y su idea era poder venir a vivir por fin al centro. Pero su presupuesto era muy ajustado – tanto que casi no se hizo realidad el proyecto.
Su pregunta fue directa: podemos hacer nuestra casa por menos de 150.000€?
La primera decisión
Casa Mariela se hizo realidad con un presupuesto muy ajustado. Tanto que tuvimos que tomar la decisión de trabajar con lo mínimo: la casa no tendría paredes y su construcción se haría sin revestimientos.
La parcela, situada en el centro de la ciudad, tiene la forma de casi todas las casas antiguas de la zona: muy estrecha y muy larga, con fachada a la calle y al patio interior de manzana. AL medir apenas 5 metros de ancho, propusimos plantear la casa como una serie de espacios conectados, sin pasillos y sin puertas.
Los baños y los armarios de cocina se pegaron a las paredes laterales, dejando el espacio central abierto de lado a lado de las fachadas.
Las paredes sirven de estructura y se dejaron vistas de tocho cerámico, sin revestir – así nos ahorraríamos enyesados. Los techos son de paneles prefabricados de madera y también se dejaron al natural.
La calidez de la cerámica y el tono natural de la madera serían las únicas texturas de la casa.
La tonalidad clara de los materiales
Partimos de una estrategia basada en la austeridad de medios, aprovechando al máximo el presupuesto, para priorizar las decisiones que aportaban mayor calidad espacial a la casa. El ladrillo combinado con el pavimento continuo y la madera natural de armarios y muebles, unificaron los espacios, dotándolos de una atmósfera sana, limpia y acogedora. Se optó por utilizar ladrillo beige esmaltado visto, como único material estructural y de acabado para las paredes de la casa. El ladrillo combinado con el pavimento continuo.
Unificar los tonos cálidos de los materiales ha permitido crear una atmósfera única en la casa, aprovechando al máximo la luz que entra por los extremos y el espacio central, y baña todas las paredes resaltando los relieves de la cerámica.
Ante tal austeridad, cada material ha sido elegido para cumplir más de una función. La cerámica aporta materialidad y calidez, a la vez que ejerce su función estructural y de confort térmico. Las «cajas» de ladrillo visto separan la casa de las medianeras vecinas, dejando un espacio para el aislamiento térmico y acústico. Así se consigue una gran eficiencia energética, al garantizar que toda la envolvente de la casa se encuentra protegida.
El espacio central
Casa Mariela es estrecha y profunda: mide 18 metros entre fachadas. Tanta distancia entre fachadas hace que la luz no pueda llegar al centro de la casa. Por eso, en la mayoría de casos se coloca la escalera y los baños en el centro. Pero Casa Mariela es distinta.
En el centro creamos el corazón de la casa, creando un doble espacio con un lucernario en la cubierta. Éste sería el comedor y acogerá los actos más festivos de la familia, y comunica la zona de día con la planta de habitaciones.
El espacio central, como todo en esta casa, cumple varias funciones. Permite hacer llegar luz a los espacios interiores, que de otra manera quedarían relegados a usos secundarios. Ahora el centro es el espacio principal de la vivienda.
Pero, además, el doble espacio central cumple una función bioclimática esencial para el confort interior. Coronado por dos lucernarios, funciona como chimenea de ventilación que se abre o se cierra según la casa necesite más o menos renovación del aire. En días calurosos, por ejemplo, las claraboyas se abren y crean una ventilación natural desde las fachadas, permitiendo que la casa no necesite de refrigeración mecánica.
La Fluidez del Espacio
Los espacios comunes en los que la familia comparte la mayor parte de su vida, salón, comedor y zona de juegos, están distribuidos en planta baja, en espacios regulares de tamaño similar, para facilitar la adaptación de la vivienda a los cambios de la familia en el tiempo.
La cerámica permite materializar en forma de «cajas» esta compartimentación fluida, quedando todas ellas conectadas por grandes aberturas. La ausencia de puertas convierte el recorrido por la casa en un pasar de una sala a otra sin darte cuenta, difuminándose la división entre usos.
Funcionalidad y Estilo
Priorizando la amplitud y la luminosidad, diseñamos la planta baja para que fuera más cohesiva para la vida, el comedor y la cocina. Para establecer una continuidad entre la zona de día y las habitaciones, el ladrillo color crema continúa en las paredes del doble espacio, consiguiendo un ambiente cálido y acogedor cuando se ilumina con la luz del acristalamiento superior.
El corazón de la casa, el comedor está diseñada con la función en mente, ofreciendo amplio espacio de almacenamiento y de trabajo.
En Viva hemos adoptado un enfoque flexible para la planta superior, reconfigurándola para acomodar dos dormitorios y dos baños, unidos por una pasarela de madera que disfruta de la doble altura con una barandilla de cristal.
Las habitaciones son de formas regulares para poder adoptar distintos usos con el tiempo, y de dimensiones generosas para poder convertirse en estudio, gimnasio o sala de juegos.